Se trata de la sensación que muchas personas experimentan tras haber pasado un periodo largo de vacaciones y de repente deben volver a su vida cotidiana (trabajo, familia, rutinas diarias).
El enfrentarnos de nuevo a nuestros quehaceres diarios puede suponer el experimentar: agobio, pereza, tristeza,insomnio, taquicardias, irritabilidad y en algunos casos podemos sentirnos "deprimidos".
Pero todos estos síntomas no son ni más ni menos que simples sensaciones, pues en realidad no tenemos porqué tenerlos, y ni mucho menos tiene que ver con padecer una depresión.
Las personas que más quejas presentan sobre este trastorno transitorio, son aquellas que antes de irse de vacaciones tenían problemas en el trabajo,y/o en su vida diaria y tienen que volver a enfrentarse de nuevo a la realidad.Normalmente dura una o dos semanas pero si persiste más allá de este tiempo debemos ponernos en manos de un profesional que nos oriente y aconseje.
¿ Como prevenir este estado?
Desde mi punto de vista lo mejor es planificar la vuelta de las vacaciones:
- No reincorporarse al trabajo al día siguiente de nuestra llegada, si no por el contrario dejarse dos o tres días para relajarse en casa y organizar el nuevo comienzo de las tareas que nos esperan.
- Ser muy positivo con la vuelta a la rutina, repetirnos una y otra vez que tener trabajo es muy importante y más hoy en día.
- Podríamos incorporarnos de forma gradual por ejemplo: si volvemos un Lunes de vacaciones ir a trabajar el Jueves y el Viernes, así inmediatamente tendríamos el fin de semana para volver a descansar.
- Aprovechar el fin de semana para gratificarnos con algún detalle por ejemplo comprándonos algo que nos guste, dándonos un capricho.
- No hacer todo el trabajo de golpe, dejarse alguna tarea para mañana y no querer abarcar tanto.
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